Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ha promulgado un memorándum que reactiva la pena capital en Washington D.C. Esta acción busca fortalecer el marco jurídico para ciertos delitos graves, reinstaurando en la capital una práctica que había estado suspendida durante varios años.
La medida ha provocado un debate político y social considerable. Quienes apoyan esta decisión consideran que puede actuar como un disuasivo para crímenes violentos, mientras que grupos defensores de derechos humanos y representantes comunitarios han rechazado su aplicación, señalando que la pena de muerte es irreversible y presenta aplicabilidad discriminatoria.
El cambio representa una variación notable en la política penal de la capital, donde tradicionalmente se habían favorecido opciones alternativas a la pena de muerte.