Un reciente análisis ha revelado una operación de desinformación que empleó numerosas cuentas falsas en redes sociales con la intención de aumentar las tensiones políticas en el Reino Unido. Estas cuentas se hacían pasar por simpatizantes del independentismo escocés, difundiendo mensajes divisivos y provocativos.
El hallazgo surge en un contexto internacional delicado, tras el reciente ataque aéreo contra Irán, que provocó el silenciamiento repentino de muchos de estos perfiles, lo que ha levantado sospechas sobre una posible relación con actores extranjeros. La desconexión inmediata de estas cuentas tras el suceso ha generado dudas acerca de su origen y objetivo real.
Expertos señalan que esta campaña buscaba moldear la opinión pública británica, intensificando los conflictos en torno a la independencia de Escocia y minando la unidad nacional. Aunque todavía no se ha identificado a los responsables, especialistas en seguridad digital barajan la participación de gobiernos interesados en desestabilizar democracias occidentales a través de la guerra informativa.
Esta investigación pone de manifiesto, una vez más, los riesgos asociados a la manipulación digital y la importancia de establecer medidas efectivas para contrarrestar la desinformación en momentos de crisis.
