Diferentes presidentes autonómicos han mostrado su oposición al acuerdo firmado entre el Gobierno central y Cataluña, argumentando que concede «privilegios» que afectan el equilibrio territorial y los servicios públicos en otras comunidades.
Según declaraciones recopiladas por EL MUNDO, casi todos los mandatarios regionales implicados —excepto el asturiano Adrián Barbón— han coincidido en que este tipo de pactos «ponen en riesgo la calidad de nuestros servicios públicos» y representan una amenaza directa al principio de igualdad entre ciudadanos españoles.
Un reproche frecuente es que este tipo de acuerdos, en su opinión, perjudican la solidaridad interterritorial y complican la viabilidad del estado de bienestar. «El PSOE está quebrantando la igualdad de todos los españoles. Cualquier verdadero progresista reconoce que esto supone un desajuste», indicó uno de los dirigentes regionales críticos.
Estas valoraciones surgen en un contexto político especialmente delicado, tras la formalización de compromisos entre el Ejecutivo central y el Govern catalán que implican concesiones en materia de financiación y competencias.

