La semana arrancó con importantes tensiones para los líderes políticos españoles, Pedro Sánchez y Núñez Feijóo. El presidente del Gobierno, Sánchez, respondió con una broma a la convocatoria de Feijóo para la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. «Ánimo, Alberto», sonrió Sánchez, provocando risas en un ambiente creciente de tensión en el Congreso.
La situación se complicó para Feijóo cuando Isabel Díaz Ayuso, su compañera de partido, realizó comentarios controvertidos sobre el aborto. Su expresiva frase «váyanse a otro lado a abortar» desordenó la estrategia de Feijóo, quien trató de controlar el mensaje mediante una carta, sin conseguir fijar un discurso uniforme en esta materia delicada.
En su carta, Feijóo aseguró que garantizará una atención médica y psicológica adecuada a las mujeres que decidan interrumpir su embarazo, respetando la legislación vigente. Esto refleja las divisiones internas del Partido Popular en cuestiones sociales complejas.
Con el paso de los días, la controversia entre Ayuso y Feijóo creció, derivando en un intercambio público de comentarios. Incapaz de manejar completamente el discurso sobre el aborto, Feijóo respondió con cierta ironía a las declaraciones de Ayuso, mientras Sánchez aprovechaba para lanzar críticas indirectas a través de redes sociales.
Además, el Partido Popular afrontó otro desafío en Andalucía debido a las deficiencias en los cribados de cáncer de mama. Este asunto puede afectar la imagen del PP ante las votantes, pues los fallos en estos controles motivaron manifestaciones contra el presidente andaluz, Moreno Bonilla, y su gestión en salud.
Las protestas en defensa de las afectadas por los errores en los cribados han puesto en riesgo la mayoría absoluta del Ejecutivo andaluz, tradicionalmente un bastión del PP. Ante la proximidad de elecciones anticipadas, la situación se torna delicada, elevando la presión sobre Moreno Bonilla mientras la oposición demanda su dimisión y cuestiona el manejo sanitario en la región.
Por otra parte, la semana también presentó dificultades para Pedro Sánchez. Aunque su gobierno consiguió aprobar dos proyectos clave en el Congreso, la incertidumbre política persiste. La aprobación del embargo de armas a Israel y la ley de movilidad sostenible requirió esfuerzos hasta último momento, con Sánchez participando directamente en las votaciones.
El resultado fue positivo, con el respaldo mayoritario de casi todos los grupos parlamentarios, excepto PP y VOX. Sin embargo, este logro no asegura la estabilidad que el Gobierno desea proyectar. El elevado número de iniciativas aprobadas marca una pauta, pero las negociaciones mantienen tensiones y el consenso necesario para sostener la legislatura sigue siendo complicado, generando críticas de la oposición.