El líder de Se Acabó La Fiesta mantiene la mano tendida pese al rechazo público de Abascal, y defiende que “no es humillante dialogar por el bien de España, sino seguir dividiendo al país mientras Sánchez y los separatistas gobiernan”.
Tras las declaraciones de Santiago Abascal a la agencia EFE afirmando que “no se reunirá con Alvise Pérez porque no tiene representación en el Congreso”, varios miembros de VOX han calificado de “humillante” la actitud del líder de Se Acabó La Fiesta (SALF) por insistir en una reunión entre ambas formaciones.
Pérez, que logró más de 800.000 votos y actualmente supera los 7.000 afiliados en apenas 4 meses, respondió manteniendo un tono institucional y apelando al sentido común:
«No es humillante cuando Podemos, Sumar, Bildu o el PSOE hablan para ganar las elecciones y someternos; ¿por qué lo es que VOX y SALF hablen?», expresó el eurodiputado en sus redes sociales.
Desde las oficinas del partido aseguran que la intención del líder de SALF no es personal, sino estratégica: promover una alianza patriótica e inteligente que permita derrotar al bloque sanchista y reformar el sistema partitocrático que, según Pérez, “lleva décadas secuestrando la voluntad popular”.
En declaraciones recientes, Alvise insistió en que “España necesita inteligencia, no egos. La unión de quienes quieren echar a Sánchez no es una rendición, es una obligación moral.”
Mientras tanto, fuentes internas de VOX reconocen que algunos dirigentes apoyan en privado el tono conciliador de Pérez, lo que podría anticipar un nuevo capítulo en la compleja relación entre ambas formaciones de la derecha alternativa española.
