El Ejecutivo ha llegado a un acuerdo histórico con los sindicatos para incrementar el salario de 3,5 millones de empleados públicos en un 11,4% durante los próximos cuatro años. Este aumento, que oscilará entre 3.000 y 4.000 euros anuales, supondrá un coste total de 12.000 millones de euros para los contribuyentes, en el marco de la estrategia del presidente Pedro Sánchez para obtener el respaldo de este sector en futuras elecciones.
El pacto firmado con los sindicatos supone una subida significativa en las retribuciones de los trabajadores públicos en España. En conjunto, 3,5 millones de funcionarios recibirán un incremento salarial del 11,4% en un periodo de cuatro años, lo que se traducirá en aumentos entre 3.000 y 4.000 euros anuales. El gasto total estimado para los contribuyentes es de 12.000 millones de euros.
Según los detalles del acuerdo, se ajustarán los salarios de todos los grupos de funcionarios de forma considerable. Los del subgrupo A1, que desempeñan puestos de alta responsabilidad, verán un incremento que superará los 3.860 euros anuales, situando su salario medio en 37.818 euros para 2028, frente a los 33.952 euros actuales. Asimismo, los trabajadores del grupo B obtendrán un aumento cercano a los 3.447 euros, elevando su salario medio a 33.590 euros anuales.
Las subidas para los grupos C1 y C2 serán más moderadas: los funcionarios de C1 alcanzarán un salario aproximado de 31.393 euros, mientras que los del grupo C2 llegarán a unos 29.214 euros anuales.
La formalización de este convenio, que tuvo lugar este jueves, representa un avance significativo en la política de empleo público. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, resaltó que este acuerdo simboliza el «triunfo» del diálogo y la intención de lograr consensos, encaminado a un modelo de empleo público más equitativo y acorde a los retos del siglo XXI.
Por otro lado, Miguel Borra, presidente del sindicato CSIF, una de las principales entidades firmantes, calificó el aumento como «la mejor propuesta posible» dadas las condiciones económicas actuales. No obstante, Borra advirtió que el respaldo al acuerdo no equivale a un cheque en blanco para el Ejecutivo. «Vigilaremos que se cumpla conforme a lo pactado y en los plazos establecidos», subrayó, aclarando que los sindicatos se reservan la posibilidad de adoptar medidas en caso de incumplimiento.
