Óscar Puente, ministro de Transportes, ha generado polémica al hacer comentarios sobre la apariencia de Alberto Núñez Feijóo después de su operación ocular. El Partido Popular reaccionó comparando a Puente con un primate, lo que ha provocado un intercambio acusado en redes sociales.
El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha provocado un nuevo conflicto en las redes tras hacer comentarios despectivos sobre la imagen de Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular. La controversia comenzó cuando Puente publicó en X (antes Twitter) una crítica a la fotografía del presidente de la Junta de Castilla y León, Fernando López Miras, junto a Feijóo. En ella sugirió que el líder popular había invertido en «retoques» tras su cirugía ocular y que, según Puente, Feijóo parecía «peor que antes».
Además, comparó a Pedro Sánchez favoreciendo la imagen del presidente del Gobierno con sus nuevas gafas, destacando una «superioridad política, ética y estética» que, a su parecer, Feijóo no refleja.
El Partido Popular reaccionó prontamente desde su cuenta oficial en X, replicando con un mensaje en el que comparó a Óscar Puente con un primate. Publicaron una imagen que hacía referencia a una supuesta «superioridad» del ministro en cuanto a comportamiento, concluyendo que «ambas criaturas tienen en común que …», lo que desencadenó un intenso debate en redes sociales.
Puesto que @oscar_puente_ se pone a hablar de la apariencia de las personas, vamos a seguirle el rollo.
En la foto, un ser poco evolucionado y carente de educación y cortesía. Molesto y con tendencia a hacer ruidos grotescos. Junto a él, un primate.
Ambas criaturas tienen en… pic.twitter.com/WDnCioeNui
— Partido Popular (@ppopular) October 30, 2025
En respuesta a esta comparación, Óscar Puente replicó sin dudar, recordando su intervención durante la investidura fallida de 2023, donde afirmó que «el amigo del narco no da …». Puente continuó defendiendo su postura y la de su grupo político, asegurando que «este mono os tiene bailando desde …», lo que elevó la tensión entre ambos partidos.
Este intercambio ha suscitado un debate respecto al nivel de confrontación política en España. Mientras algunos defienden la libertad de expresión y la importancia de las críticas directas en un sistema democrático, otros afirman que las bromas personales y burlas sobre la apariencia física carecen de adecuación en el debate político institucional.
El incidente también ha derivado en una discusión más amplia sobre la calidad del diálogo político en el país. Se cuestiona si la relación entre el Gobierno y la oposición está superando los límites del respeto mutuo. Este episodio se suma a varios conflictos anteriores entre miembros del Gobierno y dirigentes del Partido Popular, reflejando una creciente tensión política.
La polémica continúa activa en las redes sociales, donde los seguidores de ambos lados defienden a sus respectivos líderes, mientras que una gran parte de la ciudadanía muestra inquietud por el tono y la ausencia de propuestas políticas constructivas, en favor de ataques personales y burlas. La situación permanece en evolución y no parece que el enfrentamiento vaya a concluir en breve.
