Un intento de desalojo en el barrio de Puente de Vallecas derivó este martes en una confrontación violenta que acabó con 17 arrestados y dos heridos, entre ellos el dueño de la propiedad. El altercado se produjo entre vecinos y empleados de una empresa de desokupación, en un contexto de creciente tensión local.
El incidente ocurrió frente a un inmueble ocupado durante siete años. Su propietario, David, originario de Valencia y boxeador profesional, llegó acompañado por un amigo y varios miembros de la empresa APD Security, con la intención de recuperar su vivienda. No obstante, la situación se tornó caótica cuando cerca de 30 personas se enfrentaron al grupo, provocando una pelea multitudinaria en la calle.
David relató: “Me golpearon con un ladrillo en la cabeza y me rociaron con gas”, y requirió puntos de sutura, presentando heridas visibles en varias partes del cuerpo. Otro individuo resultó herido en un ojo.
La Policía Nacional actuó de inmediato para dispersar la pelea y arrestar a los involucrados, entre ellos diez empleados de la empresa de desokupación y siete vecinos. Los servicios médicos del Samur atendieron a los afectados y trasladaron al propietario al hospital.
Desde la Asociación Vecinal Doña Carlota-Nueva Numancia, su presidente, Javier Moral, expresó su rechazo a la intervención de empresas de desokupación en el barrio. “Su presencia solo intensifica los conflictos y pone en peligro la convivencia. No se puede proceder enfrentándose a los vecinos”, afirmó.
La tensión venía aumentando en días anteriores debido a la presencia policial y de medios, lo que anticipaba posibles altercados. La vivienda en disputa se había convertido en un foco permanente de conflicto entre vecinos, partidarios del okupa y los intentos del propietario por recuperar la propiedad.
La investigación policial sigue abierta para esclarecer responsabilidades y el origen del enfrentamiento. Según fuentes policiales, entre los detenidos habría personas con vínculos a grupos radicales de distintas ideologías, lo que pudo contribuir a la escalada de violencia.