El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acusó este jueves al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de generar temor y aprovechar a las mujeres con fines políticos, a raíz de la controversia provocada por las declaraciones de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, respecto al aborto.
En un comunicado publicado en la plataforma X, Feijóo reafirmó que su posición sobre este tema es “clara y conocida” y garantizó que siempre protegerá que cualquier mujer que decida interrumpir su embarazo pueda acceder a la mejor atención médica y psicológica conforme a la legislación vigente.
Esta declaración se produjo en respuesta a un mensaje previo de Sánchez, quien censuró las declaraciones de Ayuso en las que pidió a la izquierda madrileña que buscara otro lugar para abortar. El presidente del Gobierno resaltó que estas afirmaciones implican un retroceso hacia situaciones como los viajes clandestinos a Londres, el clasismo y el estigma social, y representan un avance de cincuenta años atrás.
Feijóo contestó que dar marcha atrás medio siglo implica infundir miedo mediante desinformación sobre inexistentes prohibiciones del aborto, y acusó a Sánchez de convertir a las mujeres en un recurso político final mientras, en su opinión, está acorralado por casos de corrupción y debilitado tanto política como moralmente.
Además, el líder de la oposición reprochó al presidente que reabra debates ya superados para distraer de los problemas actuales, resaltando que la verdadera discusión que necesita España debe enfocarse en temas de natalidad, conciliación y futuro. Subrayó que la política debe facilitar la libertad real para decidir cuándo y cómo formar una familia.
Finalmente, Feijóo exigió a Sánchez que deje de manipular causas ganadas por las mujeres y de imaginar una España a la que solo él quiere regresar.
Distanciamiento con Ayuso y nueva tensión con el Ejecutivo
Las declaraciones del líder popular también evidencian cierta distancia con la presidenta madrileña, quien el jueves anunció que la Comunidad de Madrid no elaborará “listas negras” de profesionales médicos objetores al aborto, en respuesta a una orden del Gobierno central.
Ayuso justificó que esta medida violaría hasta tres artículos constitucionales y enfatizó que su administración “no va a señalar a nadie”. Con esta postura, la presidenta madrileña genera un nuevo conflicto con Moncloa y fortalece su perfil independiente dentro del PP.
Desde la izquierda, su actitud ha sido vista como un acercamiento a Vox, aunque desde el partido de Santiago Abascal consideran esta estrategia como una maniobra electoral y dudan de que Ayuso mantenga esta postura a largo plazo.
La controversia sobre el aborto vuelve a poner en evidencia las diferencias estratégicas entre Génova y Sol, mientras el PP se opone a respaldar la propuesta de reforma constitucional promovida por el Gobierno para blindar este derecho.