El pronunciamiento de Felipe VI acerca de la situación en Gaza ha causado una notable repercusión en la política española. La determinación del monarca al defender los derechos humanitarios ha provocado malestar en los sectores conservadores y de ultraderecha, que perciben que su posición coincide con la del Gobierno.
En el seno del Partido Popular, el discurso real ha intensificado las diferencias internas. Mientras Alberto Núñez Feijóo mantiene una postura más ambivalente, Isabel Díaz Ayuso se encuentra prácticamente aislada por su apoyo incondicional a Israel, postura que contrasta con la de otros líderes del partido y agrava la división interna.
Desde el Ejecutivo se considera que Feijóo ‘‘elige el bando equivocado’’ al no distinguirse con claridad y permitir la influencia de Vox y de los sectores más radicales dentro de su partido. La Casa Real, por su parte, ha puesto énfasis en la importancia de un enfoque humanitario y diplomático en un conflicto que continúa generando tensión a nivel internacional.