Las autoridades regionales han indicado que los incendios forestales en Castilla y León presentan una leve mejora. No obstante, permanecen activos quince focos graves que afectan amplias superficies en la región.
Por la cercanía de los fuegos, se han procedido a desalojar nuevas localidades como prevención. Los bomberos y las brigadas forestales continúan reforzando su trabajo para dominar estas situaciones.
Las condiciones climatológicas adversas y la persistente sequía dificultan el control de los incendios, por lo que las autoridades recalcan la necesidad de respetar las recomendaciones de evacuación y extremar las precauciones.
Aunque se perciben progresos lentos, especialistas señalan que aún hay zonas en estado crítico y que podría requerirse un plazo de semanas para la completa recuperación de los terrenos afectados.
