Carla Toscano acusa al Gobierno de “reescribir la historia” mientras exalta la figura de Franco y minimiza la represión franquista
En un pleno celebrado el pasado 30 de abril en el Ayuntamiento de Madrid, la concejala de Vox Carla Toscano volvió a generar polémica al calificar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de “tirano” y al dictador Francisco Franco como “el general”. La edil ultraderechista, que cobra un sueldo público de 68.637,60 euros anuales, presentó una proposición para declarar el Valle de Cuelgamuros como Bien de Interés Cultural (BIC) con el fin de frenar el proceso de resignificación del monumento que acoge los restos de más de 33.800 personas, muchos de ellos republicanos trasladados sin consentimiento de sus familias.
Durante su intervención, Toscano criticó el plan impulsado por el Ejecutivo y pactado con la Iglesia, al que calificó como una acción del “Gobierno talibán” destinada a satisfacer “el orgullo herido de perdedores de una guerra que no consiguen asumir que perdieron”, en referencia a la Guerra Civil española. La concejala se situó así, implícitamente, del lado de los vencedores del conflicto.
El discurso de Toscano se enmarca en una estrategia habitual de Vox, que, en el ámbito de la memoria histórica, denuncia supuestos intentos de “reescribir la historia” y acusa al Gobierno de provocar una “lobotomía colectiva”. Sin embargo, el partido ha blanqueado reiteradamente la dictadura franquista y minimizado las violaciones de derechos humanos cometidas durante los 40 años de régimen autoritario.
Históricamente, el Valle de Cuelgamuros fue construido entre 1940 y 1959 con la participación de presos políticos que, según Vox, trabajaban allí “voluntariamente” y cobraban el mismo salario que los obreros libres. Sin embargo, historiadores y documentos oficiales desmienten esa versión. Aunque las empresas constructoras pagaban un sueldo igual, el Estado franquista se quedaba parte del salario de los reclusos por manutención y alojamiento, y las condiciones sanitarias y laborales fueron precarias, con brotes de enfermedades y al menos 20 muertes documentadas por silicosis.
Vox y sus representantes han sostenido en múltiples ocasiones discursos que relativizan la dictadura y exaltan el franquismo. En 2020, Santiago Abascal aseguró que Sánchez encabezaba “el peor Gobierno en 80 años”, y en 2024, el diputado Manuel Mariscal celebró la posguerra como “una etapa de reconstrucción y reconciliación”.
Toscano, además de reproducir falsedades históricas, sostuvo que “la izquierda odia el Valle porque odia la belleza y odia a Dios”, y arremetió contra “obispos tibios” que no se oponen a lo que calificó de “profanación socialcomunista”. La proposición fue finalmente rechazada por el pleno.
El Ejecutivo, que ha accedido a que la comunidad benedictina permanezca en el monumento, mantiene su intención de resignificar el espacio con la creación de un museo, en cuyo diseño participará un representante de la Iglesia. El objetivo del proyecto es transformar un lugar marcado por el homenaje al franquismo en un espacio de memoria democrática.
