El ámbito literario asturiano lamenta la pérdida de Xuan Bello, quien falleció de manera imprevista este martes en Oviedo a los 60 años. Autor reconocido por obras como Historia Universal de Paniceiros, que le hizo merecedor del premio Ramón Gómez de la Serna, Bello destacó como una figura clave dentro de las letras asturianas.
De acuerdo con información médica, fue atendido en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) tras presentar una indisposición repentina, aunque no fue posible salvarle la vida.
La noticia ha generado una profunda repercusión en el ámbito cultural y en las redes sociales, donde se han compartido numerosos mensajes de reconocimiento y tristeza. Adrián Barbón, presidente del Principado de Asturias, manifestó su condolencia con emotivas palabras: “Hemos perdido a uno de los mejores hijos de Asturias, apasionado de su lengua, cultura y tradiciones”, escribió en X (anteriormente Twitter), resaltando el legado cultural que deja Bello en la región.
Una carrera dedicada a la promoción del asturiano
Nacido en Tineo en 1965, Xuan Bello comenzó a escribir desde temprana edad. Publicó su primer libro de poemas, Nel cuartu mariellu, a los 16 años, y posteriormente otros títulos como El llibru de les cenices, Los nomes de la tierra y El llibru vieyu, obra con la que fue galardonado con el premio de poesía Teodoro Cuesta.
Su defensa de la lengua asturiana fue evidente en toda su producción literaria. En 1999 publicó La vida perdida, una antología bilingüe que reforzó su papel como impulsor de la literatura en asturiano. En 2017 recibió el primer Premio Nacional de Literatura Asturiana, consolidando una trayectoria marcada por la creación, la memoria y el compromiso cultural.
Además de su labor como escritor, Bello se desempeñó como traductor de autores portugueses y colaboró habitualmente en revistas literarias como Clarín, Adrei y Zimbru, las dos últimas creadas por él junto a Berta Piñán y Esther Prieto, compañeras de estudios en la Facultad de Filología de la Universidad de Oviedo.
La muerte de Xuan Bello representa una pérdida significativa para las letras asturianas. No obstante, su obra permanecerá viva entre sus lectores y en la historia de una literatura que ayudó a moldear con sensibilidad, inteligencia y un profundo amor por su tierra.
