Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder del PSOE, ha puesto en marcha una reorganización dentro del partido que afianza su círculo cercano de confianza. Rebeca Torró asumirá la Secretaría de Organización, relevando a Santos Cerdán, quien tras varios años al frente de la estructura socialista, deja el cargo.
Al mismo tiempo, Sánchez designa a Paco Salazar como adjunto en la Secretaría de Organización. Salazar, reconocido por su cercanía con el líder socialista, refuerza la intención de consolidar una dirección estrechamente vinculada a la estrategia de Ferraz.
El equipo organizativo se completa con las incorporaciones de Anabel Mateos y Borja Cabezón, quienes ocuparán roles clave en el área encargada del funcionamiento interno del partido. Estos cambios ocurren en un momento crucial para el PSOE, que busca fortalecer la cohesión y mejorar su capacidad operativa frente a los próximos retos electorales y políticos.

