Los Reyes de España concluyeron su agenda oficial en El Cairo con una visita privada a las emblemáticas pirámides de Giza. De manera inesperada en su itinerario, se adentraron en la experiencia como simples visitantes, recorriendo las antiguas construcciones y admirando el entorno desértico.
Esta actividad, ajena al programa oficial, ofreció a Sus Majestades la oportunidad de apreciar la riqueza histórica y cultural del lugar, interactuando de forma cercana con el paisaje y otros turistas presentes.
La visita, de carácter informal, constituyó un momento de relajación dentro de la intensa agenda diplomática de los Reyes, que también incluyó encuentros oficiales y actividades culturales durante su paso por Egipto.