La aprobación de los Presupuestos de Cataluña para 2026 representa un desafío importante para el Govern dirigido por Salvador Illa. El presidente del PSC requiere el apoyo de Esquerra Republicana, partido que desempeña un papel clave en la negociación y cuya alianza depende de los avances que se consigan en el Congreso de los Diputados.
ERC demanda garantías claras en asuntos cruciales, como la llamada «financiación singular» para Cataluña, que continúa pendiente en la agenda estatal. De este modo, el partido republicano vincula su respaldo en el Parlament a la configuración de fuerzas en Madrid, donde también el PSOE necesita su voto.
El resultado influirá no solo en la aprobación de las cuentas catalanas, sino también en la fortaleza del liderazgo de Illa, en un contexto donde la política catalana está estrechamente vinculada con las negociaciones parlamentarias en la capital.
