Este lunes, la Audiencia Nacional debe resolver si el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, será finalmente excluido del juicio que analiza el origen de la fortuna familiar oculta durante años en Andorra.
En su declaración inicial frente a los magistrados, Pujol expresó su voluntad de colaborar con el procedimiento, pero indicó que sus condiciones de salud limitan su capacidad para responder a un interrogatorio prolongado. “Estoy disponible para contestar lo mejor que pueda, pero no estoy en plena forma”, afirmó, señalando que su participación dependerá de su estado físico y mental.
Este caso se ha convertido en uno de los procesos judiciales más extensos y mediáticos de España. El juicio ha sufrido repetidos aplazamientos debido a cuestiones legales y médicas, y el fallo sobre la implicación de Pujol resultará crucial para el desarrollo del proceso.
La investigación se centra en posibles irregularidades financieras de la familia Pujol, como la acumulación y el ocultamiento de fondos en cuentas bancarias andorranas no declaradas a la Hacienda española. La atención es muy alta, dado que es uno de los casos de corrupción más relevantes en la política catalana de las últimas décadas y ha provocado un intenso debate público sobre la ética y legalidad en la gestión de recursos públicos.
La sesión de este lunes será decisiva para que los magistrados valoren el estado de salud del expresidente frente al derecho de las partes a interrogarlo y al interés público de clarificar los hechos. Según su resolución, Pujol podría ser sometido a preguntas durante la vista o quedar excluido, aunque su testimonio podría integrarse por escrito o a través de peritos que analicen sus declaraciones anteriores.
