La NBA sigue inmersa en un caso de apuestas ilegales que ha escalado hasta involucrar directamente a Los Angeles Lakers. Empleados del equipo, entre ellos miembros del cuerpo técnico y del área administrativa, han proporcionado sus teléfonos móviles y documentos a las autoridades federales, en el marco de una investigación que ya llevó a la detención del entrenador Chauncey Billups y del jugador Terry Rozier.
Esta investigación, iniciada hace pocas semanas, también afecta a Damon Jones, exjugador y exasistente cercano a LeBron James. Jones es señalado de divulgar información confidencial sobre la condición física y disponibilidad de jugadores clave de los Lakers para ciertos encuentros, facilitando apuestas ilegales. Hasta el momento, no hay evidencia que sugiera que LeBron James estuviera al tanto de estos hechos.
El caso abarca desde partidas de póker fraudulentas hasta conexiones con organizaciones criminales estadounidenses. El Congreso ha cuestionado la profundidad de la pesquisa realizada por la NBA, especialmente considerando que Rozier participó en más de cien partidos tras sospechas sobre su conducta.
Para abordar esta situación, la liga contrató al despacho Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, que ha solicitado documentos y comunicaciones de empleados de distintos equipos. En Los Lakers, diez empleados han colaborado entregando la información requerida, entre ellos el asistente Mike Mancias y el ejecutivo Randy Mims.
El Gobierno de Estados Unidos sostiene que Jones habría aprovechado su cercanía con jugadores destacados para filtrar datos valiosos a apostadores, afectando encuentros de la temporada 2023-24. La NBA ha prometido revisar sus políticas relacionadas con las apuestas para fortalecer la protección de jugadores y preservar la integridad de la competición.
Esta investigación, que permanece abierta, podría generar consecuencias significativas para la liga y su relación con las casas de apuestas, mientras aficionados y legisladores siguen atentamente su desarrollo.
