En 2025, los autónomos deberán enfrentar un entorno fiscal más riguroso y con mayores requerimientos para justificar los gastos deducibles en el IRPF. Es fundamental conocer qué gastos se pueden deducir y cómo registrarlos adecuadamente para evitar posibles sanciones, ya que la Agencia Tributaria ha intensificado la supervisión de los gastos que combinan un uso profesional y personal, especialmente en aspectos relacionados con el hogar e internet.
Expertos fiscales y plataformas especializadas, como Legálitas, señalan que, aunque las deducciones fiscales continúan siendo un recurso clave para disminuir la carga impositiva, la administración revisará con mayor detalle tanto las facturas como la coherencia contable de cada gasto presentado.
Condiciones más rigurosas para deducir gastos
Para que un gasto sea deducible para un autónomo, debe cumplir tres requisitos esenciales: estar directamente relacionado con la actividad profesional, estar respaldado por una factura emitida a nombre del autónomo y estar correctamente contabilizado.
Según advierten especialistas, la Administración rechaza un número creciente de gastos que no cumplen estrictamente estos requisitos, lo que puede ocasionar la imposición de liquidaciones complementarias y recargos.
Los gastos más frecuentes: material profesional, servicios bancarios y dietas
Entre los gastos que la Agencia Tributaria considera deducibles están los materiales o insumos imprescindibles para la actividad profesional; los costes bancarios y las comisiones de plataformas digitales; los intereses de préstamos vinculados al negocio; y las dietas o desplazamientos, siempre que estén debidamente justificados.
Un aspecto especialmente polémico es el uso de vehículos profesionales. Para aplicar una deducción total, se debe demostrar que su uso es exclusivamente laboral; en caso de que se use también de forma personal, la deducción suele limitarse a una parte proporcional.
Desgravaciones completas para oficinas, locales y tecnología
Si el autónomo trabaja en una oficina o local dedicado en exclusiva a la actividad profesional, podrá deducir la totalidad de los gastos asociados, como alquiler, luz, agua, reformas, seguros o suministros, siempre que el inmueble aparezca como lugar de trabajo registrado en Hacienda.
También son deducibles al 100% los gastos relacionados con tecnología e informática, tales como ordenadores, periféricos, software profesional, dominios web, programas de facturación o herramientas digitales de gestión. Los equipos cuyo coste exceda los 800 euros serán amortizados en varios ejercicios.
Costes de personal, Seguridad Social y servicios externos
Los gastos relacionados con el personal contratado, incluyendo sueldos, cotizaciones, dietas, indemnizaciones, formación y seguros colectivos, son plenamente deducibles. Asimismo, los autónomos pueden contabilizar los costos derivados de servicios externos como gestorías, asesorías, abogados, diseñadores o especialistas vinculados a su actividad.
Trabajo desde casa: límites y cambios en las deducciones
La Agencia Tributaria muestra mayor rigor en la aplicación de deducciones cuando el autónomo realiza su trabajo desde su residencia habitual. Se permite deducir una parte proporcional de la vivienda, habitualmente entre el 10% y el 20%, así como un porcentaje equivalente de los suministros como electricidad, agua o internet.
No obstante, Hacienda exige pruebas cada vez más estrictas sobre el uso profesional, llegando a solicitar contadores independientes para los suministros o líneas telefónicas separadas para uso personal y laboral.
En concreto, la deducción de internet no podrá exceder el 33% de la proporción del hogar dedicada a la actividad profesional. Para los teléfonos móviles, se requieren líneas separadas para justificar el gasto como profesional.
Otras deducciones permitidas
Los autónomos podrán seguir deduciendo los siguientes gastos:
- Cuota de autónomos o mutualidades alternativas.
- Aportaciones a planes de pensiones.
- Seguro de vida, con un límite de 500 euros anuales.
- Seguro médico privado, con un tope de 500 euros por año.
- Seguros de baja laboral y responsabilidad civil.
- Donativos.
Requisitos para evitar sanciones de Hacienda
Para reducir el riesgo de sanciones por parte de la Agencia Tributaria, los expertos aconsejan:
- Solicitar siempre la factura a nombre del autónomo.
- Asegurar una justificación clara del uso profesional del gasto.
- Declarar los gastos correctamente en las declaraciones trimestrales.
- Guardar todas las facturas durante un mínimo de cuatro años.
- Consultar con un asesor fiscal ante cualquier inquietud.
Actualizaciones para 2025: continuidad de módulos y nuevas obligaciones digitales
El régimen de módulos continuará vigente durante 2025 con los mismos límites. Además, los autónomos podrán fraccionar el pago del IRPF en dos partes sin intereses: un 60% en junio y un 40% en noviembre.
Por otra parte, Hacienda avanza en la implementación de nuevas exigencias relacionadas con la digitalización y la emisión de facturas, para garantizar la trazabilidad y la correcta deducibilidad de los gastos.
Un año decisivo en el control fiscal
Con un entorno regulatorio más estricto y un incremento en la vigilancia tributaria, los autónomos deberán aumentar la atención sobre sus facturas y la debida justificación de sus gastos. Comprender en profundidad las deducciones permitidas y contar con asesoría especializada puede significar un ahorro relevante y evitar sanciones en un ejercicio fiscal que se presenta especialmente riguroso.
