Un trabajador recibió erróneamente el salario de 34 compañeros, cerca de 75.000€, y tras negarse a reintegrar el monto argumentando un “error técnico”, la justicia falló a favor de la empresa exigiendo la devolución.
Un error en la nómina de la empresa estatal Severavtodor, que opera en Khanty-Mansiysk, permitió que Vladimir Rychagov recibiera el pago correspondiente a 34 empleados, cuando solo debía cobrar su sueldo. La suma transferida fue de 7.112.254 rublos (aproximadamente 75.000€), que incluía una paga extra y el salario habitual de diciembre.
En lugar de informar a la empresa, el trabajador decidió quedarse con el dinero y adquirió varios bienes, entre ellos un vehículo. Sostuvo que consideraba legítimo el cobro, ya que apareció registrado como “salario” y afirmó que se trató de un “error técnico”, no un pago indebido intencionado.
La empresa solicitó la devolución inmediata, y aunque Rychagov propuso pagar el monto en cuotas con descuentos del 20% de su salario mensual, esta oferta fue rechazada, y el caso llegó a la justicia. Inicialmente, un tribunal de primera instancia respaldó a la empresa y exigió la restitución, y el proceso está en apelación ante el Tribunal Supremo.
El fallo establece un precedente importante: aunque el pago derivó de un error de la compañía, el beneficiario debe devolver los fondos que corresponden claramente a otros empleados. El tribunal aclaró que el dinero no es legítimo solo por figurar como “salario” si su destino real era distinto. Este caso plantea debates sobre derecho laboral, responsabilidad y el correcto funcionamiento de sistemas automatizados de nóminas.
Para la empresa, esta sentencia refuerza la postura de que “los ingresos erróneos o fraccionados” deben ser reembolsados, especialmente cuando están identificados como nóminas de otros. En el ámbito jurídico, ha generado discusiones sobre la diferencia entre “error técnico” y “error de facturación”, así como sobre las obligaciones del trabajador que acepta un pago improcedente.
Rychagov mantiene abierta la apelación, y el Tribunal Supremo ha admitido el recurso, dejando la cuestión pendiente. Mientras tanto, la compañía ha bloqueado sus cuentas bancarias y tramita la recuperación de la suma.
Este caso es una clara advertencia: un pago millonario erróneo no se consolida como propiedad legítima solo por haber sido recibido. También ofrece una lección para las empresas sobre la importancia de controles rigurosos en nóminas y pagos, y para los empleados, la necesidad ética y legal de restituir lo que no les corresponde.
