Al cumplirse tres décadas desde la inauguración del Parque Marítimo del Mediterráneo, es pertinente rememorar más que una simple infraestructura. Este complejo turístico y cultural representó una época en la que Ceuta se planteó avanzar con una perspectiva ambiciosa hacia el futuro. Dicha iniciativa fue viable gracias al liderazgo y la visión estratégica del alcalde socialista Fructuoso Miaja, quien gobernó entre 1987 y 1991.
Miaja no fue un político orientado a titulares, sino un administrador eficaz. Durante su mandato, Ceuta se proyectó como una ciudad planificadora y adelantada a su tiempo, que exploraba nuevas vías de desarrollo. Su apuesta consistió en convertir la zona costera en un área para el ocio, el encuentro social y el crecimiento económico. Además, en su etapa llegaron a la ciudad los primeros fondos europeos FEDER, se promovió la edificación del Hotel Puerta de África y se fomentó la vivienda pública en áreas como Miramar y la antigua plaza de toros. Gobernó bajo la convicción de que Ceuta podía convertirse en una ciudad moderna, habitable, abierta, integrada con Europa y comprometida con su población.
El legado de Fructuoso Miaja, a menudo ignorado por quienes han permanecido en el poder durante años, sigue siendo vigente. Ceuta requiere recuperar la motivación y continuar su desarrollo. La experiencia demuestra que, con un proyecto socialista centrado en la ciudad, Ceuta prospera, supera la resignación y asume un rol de liderazgo.
Miaja evidenció que el socialismo es gestión, valentía y política práctica. Su gobierno fue inclusivo, orientado a toda la población y no a grupos particulares. En lugar de imponer símbolos, facilitó acuerdos y utilizó los recursos públicos para renovar barrios, abrir oportunidades y asegurar derechos.
Actualmente, Miguel Ángel Pérez Triano continúa esta labor, representando una Ceuta dinámica, justa y progresista, enfocada en servicios públicos de calidad, vivienda digna, desarrollo sostenible, igualdad y justicia social. Defiende el empleo con derechos, el respeto institucional y una planificación responsable, conectando a la ciudad con Europa, el Estado y sus ciudadanos.
Por otro lado, existe otro modelo de Ceuta, caracterizado por la propaganda sin contenido, el clientelismo persistente y promesas de inversión incumplidas, como muestra el caso del centro de crisis 24 horas. Esta Ceuta estancada prioriza la imagen sobre los proyectos, ha mantenido el control del poder durante décadas sin brindar soluciones eficaces y representa cada vez menos a la mayoría.
Fructuoso Miaja demostró que esta dinámica puede cambiar. Su gestión evidenció que con un gobierno de izquierda, Ceuta puede avanzar. Siguiendo esta línea y con un liderazgo renovado, Ceuta tiene la posibilidad de progresar nuevamente. Miguel Ángel aspira a gobernar con determinación, tal como lo hizo Miaja, mostrando que la Ceuta obsoleta puede quedar en el pasado y que otra ciudad está por venir.
El 30 aniversario del parque es una prueba de ello.
