El Congreso de los Diputados mantiene una postura reservada mientras realiza preparativos internos ante la posible revisión este jueves por parte del Tribunal Supremo de las medidas cautelares que afectan a José Luis Ábalos, ex número dos del PSOE y aún diputado, para decidir sobre su ingreso en prisión preventiva.
De confirmarse esta situación, el Reglamento obliga a la Cámara Baja a suspender al diputado de forma inmediata, y se deberá evaluar cómo afectaría esa suspensión a las mayorías necesarias para las votaciones plenarias. La Mesa del Congreso ha comenzado a analizar casos similares previos, como los de ciertos representantes de Herri Batasuna o los líderes procesados durante el ‘procés’ en 2017 y 2019, que modificaron el equilibrio parlamentario y requirieron decisiones sin precedentes.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, acudió este martes a la reunión de la Mesa acompañada por el vicepresidente primero, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, y la secretaria segunda, Isaura Leal, ambos del PSOE. Aunque no consta oficialmente en la agenda, fuentes del Parlamento reconocen la inquietud existente para abordar una posible suspensión de Ábalos sin provocar un conflicto jurídico o político.
La cuestión principal es definir, tras la suspensión, si el escaño del diputado debe contarse o no para calcular la mayoría absoluta, aspecto que puede ser crucial en un Congreso con una distribución tan fragmentada. La revisión de estos antecedentes será clave si el Tribunal Supremo adopta una resolución que plantee un nuevo escenario de tensión institucional para la Cámara.