El Alfonso Murube fue testigo este domingo de una jornada memorable. En su debut como local en Segunda División, el Ceuta se entregó por completo para conseguir su primer triunfo en esta categoría. Más que un simple resultado, el partido estuvo lleno de intensidad y emoción, finalizando con un 2-1 frente al Huesca y con un protagonista inesperado: Samu Obeng, quien anotó el gol decisivo en su primer encuentro.
Koné marca el camino inicial
Los minutos iniciales fueron complicados, con un Huesca que buscó imponerse y mantener la posesión. Sin embargo, el equipo dirigido por José Juan Romero pronto dejó claro que no está dispuesto a ser simple espectador en Segunda. En el minuto 11, Aisar envió un centro preciso al área, donde Koné irrumpió con fuerza para rematar y anotar el 1-0, desatando la euforia en el Murube y dando impulso a su equipo.
Koné, Almenara y Matos generaron varias ocasiones claras para ampliar la ventaja, animando a la afición. Por su parte, el Huesca respondió con ataques peligrosos, especialmente por la banda de Julio Alonso, forzando a la defensa caballa a esforzarse al máximo.
El impacto de la expulsión
La segunda parte comenzó con un giro crucial. Sergi Enrich, quien había tenido poca incidencia ofensiva, dejó a su equipo con diez tras una entrada fuerte sobre Youness. Tras la revisión del VAR, el árbitro cambió la tarjeta amarilla por roja directa, lo que generó una gran alegría en el Murube, ya que el Ceuta disponía de media hora con superioridad numérica para consolidar la victoria.
El conjunto local dominó la posesión, creó oportunidades y celebró un gol anulado a Aisar por fuera de juego tras la intervención del VAR. La afición apoyaba intensamente, y parecía cuestión de tiempo el segundo tanto. No obstante, en el fútbol no hay certezas absolutas.
El empate que inquietó y el gol definitivo de Obeng
A falta de pocos minutos, Enol Rodríguez igualó el marcador en el minuto 87 con una jugada individual destacada, lo que silenció momentáneamente al público. Parecía que el empate pondría fin a las esperanzas locales.
No obstante, el Ceuta mostró carácter. En la acción siguiente, apenas dos minutos después, Samu Obeng entró al campo y recibió un pase filtrado de Cristian. Obeng avanzó con velocidad y definió con precisión para establecer el 2-1, provocando una euforia renovada en la afición. El Murube vibró con este momento histórico: el debut goleador de Obeng y la primera victoria del Ceuta en Segunda División.
Una victoria con significado especial
Al sonar el pitido final, comenzó la celebración. Los jugadores se abrazaron mientras la grada coreaba con entusiasmo. El equipo regresó al vestuario contento por sumar tres puntos que adquieren un valor especial. Este Ceuta demostró que no teme la categoría y que, con determinación y esfuerzo, está listo para competir en cada encuentro.
El siguiente compromiso será en Castellón, pero esta primera victoria en Segunda quedará en el recuerdo de los seguidores caballas.
