El juez encargado del caso ha indicado que Cerdán podría salir de prisión «probablemente» antes de las celebraciones navideñas, aunque el investigado no brinde cooperación a la Justicia.
Esto se debe a que la normativa establece un límite máximo de seis meses para la prisión provisional cuando se dicta por riesgo de destrucción de pruebas. Al cumplirse ese periodo, la medida cautelar deja de estar vigente y la persona detenida debe ser puesta en libertad, salvo que existan otras causas que justifiquen una prórroga.
Por lo tanto, la posible liberación de Cerdán estaría determinada por el vencimiento del plazo legal de la prisión preventiva, independientemente de su comportamiento durante el proceso judicial.