El exministro del PSOE, José Luis Ábalos, ha rechazado categóricamente la acusación de haber efectuado un pago en efectivo no declarado en la adquisición de un local en Valencia, reclamo presentado ante el Tribunal Supremo por el empresario Víctor Aldama. En una comunicación dirigida al Alto Tribunal, a través de su representante legal Carlos Bautista, Ábalos sostiene que la operación se realizó en condiciones de mercado legítimas y que todo el procedimiento fue transparente y conforme a la ley.
El empresario Aldama denuncia que el inmueble comprado en 2020, bajo la vivienda del exministro, fue registrado oficialmente por 90.000 euros, aunque el importe real habría ascendido a 110.000 euros. Según esta denuncia, los 20.000 euros restantes habrían sido entregados en efectivo tanto a Ábalos como a su entonces asesor Koldo García.
Ábalos rechaza esta afirmación y expone que “el interés del señor Aldama en colaborar con la justicia no se satisface con un correo electrónico entre él y una empleada, ni con un contrato sin firma”. Su defensa califica las alegaciones como especulativas y sin fundamento, basadas únicamente en documentos “carentes de verificación adicional”, algo que considera fundamental especialmente cuando la fuente es un arrepentido.
El abogado Bautista añade que “ni el vendedor tiene relación con Aldama ni este último parece estar al tanto de que el pago completo fue realizado mediante cheques, transferencias y una hipoteca de 50.000 euros”, deuda que está declarada ante el Congreso de los Diputados. “En resumen —puntualiza la defensa—, la realidad explica la verdad frente a lo fingido”.
Paralelamente, el Tribunal Supremo prosigue con la investigación sobre el presunto uso de dinero en efectivo en la sede del PSOE. En este proceso ya han sido citados el exgerente del partido y una empleada para clarificar los supuestos sobres dirigidos a Ábalos.




