Manuel García-Castellón, exjuez de la Audiencia Nacional, se manifestó este jueves en el programa Más Vale Tarde acerca de la reciente sanción impuesta por el Tribunal Supremo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, que consiste en una inhabilitación de dos años y el pago de una multa de 7.200 euros. García-Castellón calificó este fallo como «completamente inédito».
El juez retirado resaltó que tras conocer la decisión ha recibido comunicaciones de profesionales del derecho de Francia e Italia interesados en el asunto. Subrayó la singularidad de sancionar a un fiscal general del Estado, algo que consideró fuera de lo común. A pesar de ello, afirmó que este hecho pone de manifiesto que, contrariamente a la percepción de debilidad democrática que algunos tienen, «la Constitución sigue operando actualmente».
En cuanto a la celeridad con la que se emitió el fallo y a la falta de una fecha concreta para la difusión íntegra de la sentencia, García-Castellón indicó que no puede valorar el contenido sin conocer los fundamentos legales. Señaló que expresar respeto pero no acuerdo sin haber analizado dichos fundamentos resulta, a su juicio, una actitud poco seria.
Sobre la división interna del Tribunal Supremo, donde la resolución contó con cinco votos de la mayoría conservadora frente a dos de la minoría progresista, el exjuez relativizó esta circunstancia. Comentó que en numerosas sentencias de audiencias provinciales es habitual que existan votos particulares y que esto no debe considerarse algo excepcional.
Finalmente, García-Castellón concluyó con un mensaje sobre la independencia judicial: “La Justicia es una entidad imparcial, que no distingue entre personas poderosas o no. Cuando se asuma esta premisa, el sistema funcionará mejor”.
