Este jueves se vivió un momento de elevada tensión frente a la parroquia de los Doce Apóstoles, en Madrid, donde se celebraba una misa en recuerdo del 50 aniversario del fallecimiento de Francisco Franco. En la concentración, un hombre con una bandera franquista tocó de manera inapropiada a dos activistas de Femen, que protestaban con el torso descubierto contra la ceremonia religiosa.
Las activistas mostraban lemas como «Fascismo legal, vergüenza nacional» y «Al fascismo, ni honor ni gloria», e insistieron en que el individuo dejara de tocarlas, a la vez que recibían insultos y empujones de varios asistentes a la misa. «Por favor, señor, no nos toque», reclamó una de ellas mientras era increpada por simpatizantes del dictador.
La protesta, que duró pocos minutos, tuvo lugar ante numerosos periodistas que cubrían el acto organizado por la familia Franco y su fundación. En el exterior de la iglesia, situada en la calle Velázquez, varios seguidores del régimen entonaron el Cara al sol con el brazo en alto, coreando consignas como «España cristiana, no musulmana» y vitoreando a Franco. En el lugar también se vendían artículos y recuerdos franquistas.
Durante el evento, las activistas fueron objeto de insultos con términos como «guarras» y «cerdas» por parte del público congregado. Jaime Martínez-Bordiú, nieto del dictador, manifestó su malestar ante la situación al llegar: «Menudo espectáculo», declaró a los medios.
La tensión aumentó tras la misa cuando un hombre exaltado se enfrentó a los periodistas y arrebató el teléfono móvil a una reportera mientras les gritaba: «Dejad de molestar ya, sois unos sinvergüenzas». Martínez-Bordiú intervino para calmar los ánimos: «Déjale, déjale, no pasa nada, tranquilo hijo, paciencia», pidió, tratando de apaciguar la situación.
