En la antesala de la Fiesta Nacional francesa, el presidente Emmanuel Macron anunció un plan ambicioso que supone un cambio significativo en la política de defensa del país. Macron confirmó un incremento sin precedentes en el presupuesto destinado a las Fuerzas Armadas, una iniciativa que describió como “un esfuerzo nuevo, histórico e imprescindible” para garantizar la seguridad y soberanía de Francia frente a un contexto internacional cada vez más desafiante.
“Nunca desde 1945 la libertad en Europa ha estado tan amenazada”, declaró el presidente en su intervención, aludiendo a las tensiones geopolíticas crecientes que afectan a la región y al mundo. Este incremento en la financiación busca reforzar las capacidades militares de Francia, modernizar su equipo y asegurar una respuesta eficaz ante futuras amenazas.
El programa de rearmamento contempla además una mejora sustancial en las condiciones laborales de los militares, incluyendo un aumento de sus remuneraciones. Según Macron, esta medida es fundamental para reconocer el compromiso y sacrificio de quienes defienden la nación, así como para atraer y retener personal cualificado en las Fuerzas Armadas.
Esta iniciativa llega en un momento decisivo para Francia y Europa, en un escenario internacional caracterizado por conflictos y retos que ponen en riesgo la estabilidad de la región. La decisión del presidente refleja el compromiso claro de fortalecer la defensa nacional como base esencial de la política exterior y de seguridad del país.
Las autoridades han indicado que este esfuerzo económico será sostenible y vendrá acompañado de reformas destinadas a garantizar la eficiencia y transparencia en la gestión de los recursos asignados a la defensa.
Con esta estrategia, Francia se prepara para enfrentar con mayor solidez las amenazas actuales y futuras, reafirmando su compromiso con la protección de la libertad y la paz en Europa.

