Pedro Rocha ha obtenido una resolución favorable en los tribunales. La Justicia ha anulado la inhabilitación que le impuso el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), la cual le impedía participar en las elecciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cuya presidencia está en manos de Rafael Louzán.
El juez que llevó el caso concluyó que la decisión del TAD fue «contraria a derecho» y resaltó que no se consideraron las alegaciones presentadas por Rocha, lo que originó una situación de indefensión para él. Según la sentencia, el expresidente de la RFEF debía haber estado habilitado para competir en los comicios federativos.
En un comunicado, Rocha manifestó:
«La justicia ha decidido anular el procedimiento y la sanción que considero injusta y a la que estuve sometido durante más de un año. El TAD dictó la sanción sin valorar mis alegaciones, vulnerando mis derechos constitucionales y generando una situación de indefensión total. Estudiaremos las acciones legales pertinentes, ya que fui objeto de un trato injusto y fuera de procedimiento.»
Antecedentes del caso
En junio de 2024, el TAD impuso a Pedro Rocha una inhabilitación de dos años y una multa de 33.000 euros, después del despido del secretario general Andreu Camps y otras decisiones tomadas durante su mandato como presidente de la comisión gestora de la RFEF, cargo que asumió tras la inhabilitación de Luis Rubiales.
Este procedimiento se originó tras una denuncia presentada por Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (CENAFE), por presuntas extralimitaciones en sus funciones. Inicialmente, la instrucción solicitó una penalización de seis años por tres infracciones consideradas muy graves, relacionadas con ceses y resoluciones administrativas sin la aprobación previa correspondiente.
Finalmente, el tribunal ha reconocido que las decisiones adoptadas por Rocha no fueron adecuadamente valoradas, anulando la sanción y estableciendo un precedente importante en la jurisprudencia deportiva en España.