Este jueves, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, expresó críticas contundentes durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, en las que cuestionó las políticas migratorias impulsadas por Naciones Unidas y la Unión Europea, así como el impacto de la globalización y las políticas ecológicas en Europa.
Meloni señaló que las normas internacionales relacionadas con la migración y el asilo, heredadas de una época en la que la migración masiva no estaba presente, a menudo son interpretadas de forma ideológica o parcial por tribunales con sesgos políticos. Destacó la importancia de que cada país conserve la prerrogativa fundamental de proteger sus fronteras y a sus ciudadanos, gestionando los flujos migratorios conforme a sus intereses nacionales.
La primera ministra también criticó a la ONU al afirmar que parece proteger ciertos derechos humanos por encima de otros, haciendo referencia a la persecución religiosa que enfrentan millones de personas, especialmente cristianos, aunque sin precisar a qué situaciones concretas aludía.
Además, Meloni abordó otros temas más allá de la migración. Consideró que las tres últimas décadas de confianza en la globalización han tenido efectos negativos y no previstos para ciudadanos, familias y empresas. Asimismo, advirtió sobre los peligros asociados a modelos de producción no sostenibles, como los presentados en la agenda ecológica europea. En este contexto, comentó que los planes verdes podrían acelerar la desindustrialización más que la reducción de emisiones, y defendió la necesidad de seguir un enfoque de neutralidad tecnológica y llevar a cabo reformas graduales frente a un ambientalismo de carácter extremista.