Las protestas estudiantiles que sacuden Marruecos podrían derivar en el cierre de sus pasos fronterizos terrestres con Ceuta y Melilla, informa El Español basándose en fuentes del país vecino.
Convocadas principalmente por redes sociales, las movilizaciones se extienden por varias localidades, demandando avances en derechos esenciales como educación y salud. Los participantes lamentan que el Gobierno de Rabat destine considerables recursos al Mundial de Fútbol 2030, que Marruecos organizará junto con España y Portugal, mientras persisten dificultades económicas y sociales.
En las últimas horas, el diario El Confidencial reportó la muerte de dos personas en Lequliaa, en el sur de Marruecos, durante altercados que incluyeron intentos de tomar cuarteles policiales. Según el Ministerio del Interior, 263 agentes resultaron heridos y 142 vehículos oficiales fueron dañados antes de que se produjeran estos fallecimientos.
Esta situación coincide con el delicado estado de salud del rey Mohamed VI y la transición de funciones al príncipe heredero Muley Hasan, en medio de una tensión política creciente. Las protestas no son inéditas: hace años se promovieron boicots contra empresas vinculadas a figuras relevantes, como Afriquia, propiedad del primer ministro Aziz Ajanuch.
Las autoridades temen que marroquíes en el extranjero, en especial rifeños y saharauis, regresen para sumarse a las manifestaciones. Fuentes consultadas por El Español advierten que cualquier empeoramiento del descontento en Marruecos repercute en España, y entre las opciones consideradas figura el cierre de los pasos fronterizos terrestres con Ceuta y Melilla, además de restricciones en vuelos internacionales.