Tras años solicitando una solución, el Ayuntamiento de Madrid ha autorizado un terreno de 15.000 metros cuadrados en el cementerio de Carabanchel para crear el primer cementerio islámico de la ciudad. Esta zona tendrá espacio para 2.350 sepulturas y atiende una necesidad urgente para una gran parte de la población musulmana local.
La decisión ha sido bien valorada por organizaciones islámicas. Adil Mohamed Hachmi, portavoz de la Liga del Mundo Islámico en España, señaló en declaraciones para Madrid Total y El Español que representa el reconocimiento de un derecho fundamental: el de ser enterrado según las creencias religiosas de cada individuo, y refuerza el compromiso de Madrid con la pluralidad, la convivencia y la inclusión.
Una demanda histórica
Este proyecto es fruto de más de veinte años de trabajo conjunto entre instituciones y comunidades. Desde los comienzos de los 2000, el Centro Cultural Islámico de Madrid —conocido como la Mezquita de la M-30— presentó múltiples solicitudes formales para contar con un espacio destinado a enterramientos islámicos. A pesar de que se avanzó en acuerdos, las negociaciones se detuvieron por discrepancias internas relacionadas con la representación religiosa oficial, especialmente con la Comisión Islámica de España, entidad reconocida por el Estado.
En 2007, el Centro Cultural cedió la responsabilidad del proyecto a la Comisión Islámica, que en años recientes ha colaborado con la Plataforma Un Entierro Digno, la Fundación Pluralismo y Convivencia, la Dirección General de Libertad Religiosa, técnicos municipales y los servicios funerarios de Madrid para retomar y concretar esta iniciativa.

Adil Mohamed Hachmi, portavoz de la Liga del Mundo Islámico en España
Una respuesta necesaria pero con limitaciones
Según los datos más recientes, la Comunidad de Madrid cuenta con aproximadamente medio millón de personas musulmanas, cifra que supera ampliamente los 300.000 registrados hace algunos años. Esto ha hecho imperiosa la necesidad de contar con una infraestructura de enterramiento que respete los preceptos islámicos.
Hasta ahora, muchas familias musulmanas han tenido que repatriar a sus fallecidos a sus países de origen debido a la ausencia de espacios adecuados en Madrid. «La ausencia de esta infraestructura ha provocado que muchos ciudadanos musulmanes sientan que no forman parte plena de la ciudad en la que viven y aportan», explicó Hachmi en una entrevista con El Español. “La falta de un cementerio acorde ha generado sentimientos de dolor, ansiedad y desconexión.”
Si bien esta inauguración constituye un logro tanto simbólico como práctico, las asociaciones islámicas advierten que no es una solución definitiva. «La parcela habilitada satisface una demanda inmediata, pero no puede considerarse suficiente a largo plazo», señalan desde la Mezquita M-30. En ese sentido, proponen un sistema de evaluación y seguimiento conjunto entre el Ayuntamiento, la Comisión Islámica y las comunidades musulmanas para ajustar la capacidad del cementerio conforme a las necesidades reales.
Perspectivas: gestión y diálogo
Aún no está determinado quién será el responsable de administrar el nuevo cementerio municipal. No obstante, la Comisión Islámica de España ha manifestado su disposición a encargarse de esta tarea, con el respaldo del Centro Cultural Islámico de Madrid. Según Hachmi, “esta colaboración asegurará que se respeten los principios religiosos en cada enterramiento y que el lugar sea atendido con el respeto y la solemnidad que merece.”
Además, enfatizan que esta instalación debe interpretarse no solo como un servicio, sino como un símbolo de integración y reconocimiento ciudadano. «El cementerio islámico representa un espacio de pertenencia y una manifestación concreta del derecho a una muerte digna», concluyen.
La comunidad musulmana espera que este avance, calificado como un «paso histórico» por sus representantes, sea el inicio de una política continua de reconocimiento, inclusión y respeto hacia una de las comunidades religiosas más representativas en la capital.
