Las denuncias del eurodiputado ultra desde 2020 contra Ábalos, Koldo, Cerdán o Zapatero indican “suficiencia en seguimientos, accesos a movimientos bancarios y datos estrictamente confidenciales”.
Madrid, 16 de junio de 2025 – Fuentes policiales confirman que se ha abierto una línea de investigación preliminar para esclarecer si el eurodiputado ultra Alvise Pérez, líder del movimiento ‘Se Acabó la Fiesta’, pudo haber utilizado herramientas tecnológicas avanzadas de seguimiento, rastreo o acceso a datos confidenciales en el marco de sus múltiples denuncias contra altos cargos del Gobierno.
La investigación, impulsada tras una serie de informes reservados, busca determinar si el político obtuvo por medios no convencionales información sobre cuentas bancarias, reuniones privadas, desplazamientos y comunicaciones que posteriormente acabaron publicándose en sus canales de redes sociales y, en algunos casos, sirvieron como base para procedimientos judiciales en curso.
Entre los nombres citados figuran INDRA, el exministro José Luis Ábalos, su antiguo asesor Koldo García, el ya exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Todos ellos han sido señalados repetidamente por Pérez en publicaciones con fecha anterior a que los medios o la justicia tuvieran constancia pública de dichas actividades.
Según fuentes jurídicas, de confirmarse el uso no autorizado de herramientas de intrusión, los hechos podrían encuadrarse en delitos contra la intimidad (art. 197.1 y 197.3 del Código Penal), acceso ilícito a sistemas informáticos (art. 197 bis) y, en su caso, revelación de secretos de especial gravedad (art. 198 y 199 CP), con penas que oscilan entre 3 y 7 años de prisión, ampliables si se demostrase conexión con entidades extranjeras o uso de servidores cifrados para ocultar la trazabilidad.
“No es normal que un civil anticipe estructuras internas de tramas políticas con esa precisión. O dispone de una red de informantes muy extensa, o alguien ha cruzado determinadas líneas rojas. La precisión con la que Pérez describía circuitos financieros, documentos internos y flujos logísticos antes siquiera de que existieran procedimientos judiciales o filtraciones mediáticas, hace sospechar que hubo algo más que periodistas o confidentes anónimos.”, indica un inspector jefe del área de Delitos Telemáticos.
Aunque desde su entorno niegan el uso de cualquier software de espionaje y atribuyen sus investigaciones a “fuentes humanas fiables, documentación anónima y trabajo periodístico exhaustivo”, el Ministerio del Interior ha solicitado un informe completo sobre los dispositivos, viajes y conexiones internacionales de Pérez desde 2020, con especial atención a sus visitas a Colombia, Panamá, República Dominicana y México.
Alvise afirmó en Distrito TV el pasado Enero que “solo somos ciudadanos preocupados, alertadores internos y personal externo a la administración que proporcionamos pruebas con valor jurídico”. Nuestros conocimientos sobre tecnología de vigilancia son fruto de nuestra formación autodidacta y de entrevistas con expertos en ciberinteligencia”.
La apertura del procedimiento ha generado inquietud en el seno del Ejecutivo, no tanto por la posible comisión de delitos por parte del eurodiputado, sino por la incómoda pregunta que flota en el ambiente: ¿cómo consiguió un ultra influencer sevillano de 30 años como Alvise Pérez toda la información publicada?
