Alberto Núñez Feijóo abrió ayer el curso político en Aranjuez con un mensaje doble: presentar propuestas para la regeneración institucional y lanzar un aviso directo a Vox. El líder del PP responsabilizó a Santiago Abascal de intensificar la polarización en una parte del electorado, y afirmó que “la única forma de que España tenga un cambio de Gobierno es que el Partido Popular obtenga los votos necesarios para gobernar, no existe otra opción”.
El presidente del PP dirigió el Comité de Dirección de su partido y planteó una reforma normativa para evitar que los Presupuestos Generales del Estado puedan prorrogarse dos veces seguidas. Según su iniciativa, si en dos periodos consecutivos no se consigue una mayoría suficiente para aprobar las cuentas públicas, las Cortes se disolverían automáticamente y se convocarían elecciones generales.
Feijóo, que además anunció nuevas medidas sobre inmigración, desarrollo rural y regeneración democrática, aprovechó para contestar a las críticas de Vox hacia el PP. “Somos un partido destinado a la mayoría de los españoles, no a un 13%, 14% o 15%”, dijo en referencia a las estimaciones de voto que las encuestas adjudican a la formación de Abascal.
Desde las filas populares muestran su incomodidad con la estrategia de Vox, a la que acusan de “beneficiar al PSOE al actuar en contra del PP”. Sin embargo, Feijóo confía en que muchos votantes de Vox acabarán eligiendo la “papeleta azul que asegure el cambio de Gobierno y no la verde”.
Las encuestas actuales sitúan al PP en torno a 150 diputados, muy por encima de los 89 conseguidos en 2019, mientras que Vox se mantendría cerca del 15% de apoyo y 52 escaños, igualando los resultados de hace seis años. “La subida de Vox no afecta negativamente al PP ni a las opciones de cambio”, indicó Feijóo, aunque añadió que no se conforma con esas cifras: “¿Me conformo con 150? No”.
El líder popular también endureció su discurso en temas relevantes para el electorado de Vox, como la inmigración y el ámbito rural. Señaló que España se ha convertido en “una nación con las fronteras abiertas a la delincuencia” y se comprometió a “defender la Política Agrícola Común en Bruselas”, incluso si ello implica confrontar con sus socios europeos.
Con este inicio de curso político, Feijóo busca consolidar su imagen como alternativa al Gobierno y fortalecer su estrategia de voto útil frente al crecimiento de Vox en las encuestas.
