Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, ha salido al paso tras la crisis interna que generó la filtración de los controvertidos audios de Santos Cerdán. Desde una declaración institucional en La Moncloa, Sánchez ha solicitado disculpas a la ciudadanía y ha reconocido que jamás debieron depositar su confianza en Cerdán.
El hasta entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, abandonó su cargo tras divulgarse unas grabaciones que han provocado gran inquietud dentro de la formación. Aunque los detalles específicos de los audios no se han dado a conocer, medios internos comentan que incluyen comentarios comprometidos que dañan la imagen y cohesión del partido.
El presidente ha anunciado que llevará a cabo “ajustes en la Ejecutiva Federal del PSOE” para “fortalecer la integridad y la confianza” en la dirección socialista, descartando sin embargo acciones más contundentes aparte de la salida de Cerdán. “Es preciso actuar con responsabilidad, calma y determinación”, ha señalado.
Asimismo, Sánchez ha reafirmado su compromiso con los principios éticos del partido y con la renovación democrática: “El PSOE ha cometido errores, pero tenemos la voluntad de corregirlos con transparencia y respeto hacia nuestros militantes y votantes”.
Desde el entorno del Ejecutivo señalan que se prevé una reestructuración moderada en el círculo más cercano del partido, que podría incorporar nuevas figuras en cargos relevantes, sin que se espere una remodelación profunda en el Gobierno.
Esta situación originada por los audios de Cerdán llega en un momento político tenso, con la oposición demandando explicaciones y una parte del PSOE solicitando mayor control interno. La respuesta de Sánchez pretende limitar el impacto político y transmitir un mensaje de renovación y autocorrección.
