El club napolitano mantiene la confianza en concretar una operación trascendental para fortalecer al vigente campeón de la Serie A
El Napoli está próximo a realizar una incorporación destacada en el mercado de verano. Tras asegurar la continuidad de Antonio Conte como entrenador, el equipo pone la atención en la posible llegada de Kevin De Bruyne, que concluirá su etapa en el Manchester City al acabar la presente temporada.
“Estamos más cerca de formalizar el fichaje de Kevin De Bruyne. Sin duda, estamos muy próximos a lograrlo”, manifestó con seguridad Giovanni Manna, director deportivo del club, palabras que reflejan el optimismo que también expresó el presidente Aurelio De Laurentiis.
La negociación, iniciada en abril, ha contado con el apoyo de factores personales. Entre los argumentos clave se encuentran las relaciones de De Bruyne con el delantero napolitano Romelu Lukaku y su conexión especial con Dries Mertens, exfutbolista del club y compañero belga en la selección.
Durante una visita a Mánchester, Manna pudo exponer el proyecto deportivo directamente al mediocampista, quien ya había comunicado su intención de dejar el Etihad Stadium.
En materia salarial, la oferta es significativa: según medios italianos, el jugador firmaría por dos temporadas con opción a una adicional, con un salario neto anual de 6 millones de euros durante los dos primeros cursos, que se reduciría a 5 millones en caso de extender el contrato. Además, tendría una prima de fichaje de 10 millones de euros al momento de formalizar el acuerdo.
Este fichaje representaría uno de los más importantes en la historia del Napoli, que busca reforzar su plantilla para sostener su dominio en la liga italiana y aspirar a competir en los niveles más altos de Europa.
No será el único refuerzo, ya que el club también trabaja en cerrar la llegada de Jonathan David, delantero canadiense que acaba contrato con el Lille, y podría ser otro movimiento clave para el equipo del sur de Italia en este mercado.