En una operación conjunta entre la Guardia Civil y las autoridades marroquíes, se ha logrado desmantelar una organización criminal que usaba tecnología avanzada para ingresar grandes cantidades de hachís en España. La red utilizaba drones de larga autonomía, capaces de atravesar el Estrecho de Gibraltar, para transportar la droga desde Marruecos hasta la costa gaditana, liberándola en pleno vuelo. Esta compleja red de narcotraficantes fue desarticulada en el marco de la Operación Ruche, con la detención de nueve personas y la confiscación de varios drones en funcionamiento.
La Operación Ruche permitió desbaratar una de las redes más innovadoras en el tráfico de drogas, que empleaba drones de ala fija capaces de cubrir más de 200 kilómetros en un solo vuelo. Los drones partían desde la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules, cruzaban el Estrecho de Gibraltar, recogían hachís en Marruecos y regresaban a España, donde descargaban la droga sobre la costa, en zonas como Tarifa y Vejer de la Frontera. Este procedimiento permitía a los traficantes eludir las rutas terrestres y marítimas habituales, aprovechando la rapidez y discreción que brinda la tecnología aérea.
Los drones eran modificados y ensamblados en un taller ubicado en Alcalá de los Gazules, utilizando componentes importados principalmente desde Asia. La capacidad para transportar casi 200 kilos de hachís por noche, especialmente bajo condiciones climáticas favorables, evidencia la aplicación de tecnología en el crimen organizado. Los paquetes de droga eran liberados desde el aire y localizados por los narcotraficantes mediante sistemas de geolocalización y señalización luminosa.
El modo de actuación consistía en emplear varias aeronaves simultáneamente durante las horas nocturnas, aprovechando la escasa visibilidad y vientos suaves para efectuar múltiples entregas mediante paquetes liberados en vuelo. Esta operación demandaba un alto grado de organización y coordinación, con una flota de drones entrenada para realizar vuelos eficientes y seguros.
Tras la detención de los implicados, la investigación continúa abierta bajo supervisión de la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar, en colaboración con fuerzas de seguridad internacionales. Se ha resaltado la importancia de la cooperación transnacional para desmantelar redes de narcotráfico que emplean tecnología avanzada y métodos innovadores para eludir los controles convencionales.
El uso de drones en el tráfico de drogas refleja la creciente sofisticación de las organizaciones criminales y su capacidad de adaptación ante los avances en seguridad y tecnologías de control fronterizo. Las autoridades han reiterado su compromiso de intensificar la lucha contra estas actividades ilícitas, apoyándose en tecnología moderna y la cooperación internacional.
