Investigadores han fabricado en laboratorio, a partir de células humanas, un modelo tridimensional (3D) de médula ósea capaz de reproducir con alta precisión la estructura y función del tejido natural. Este logro supone un avance importante en la investigación biomédica, facilitando el estudio del desarrollo de la leucemia, la evaluación precisa de nuevos medicamentos y la aceleración en la lucha contra las enfermedades hematológicas.
Una simulación fiel del proceso hematopoyético
Uno de los grandes retos en el estudio de enfermedades sanguíneas ha sido replicar en laboratorio el complejo entorno tridimensional de la médula ósea, donde se origina la sangre.
Un grupo conformado por ingenieros y biólogos, principalmente de la Universidad de Michigan, ha superado esta barrera. Empleando células madre humanas y avanzadas técnicas de bioingeniería, han desarrollado un andamio 3D que reproduce las características físicas y químicas de la médula ósea natural, incluyendo su rigidez y porosidad.
Este modelo es especialmente valioso por su capacidad para mantener el proceso esencial de la hematopoyesis, es decir, la generación y maduración de todas las células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Al replicar este proceso de forma realista en vitro, los científicos pueden examinar:
• Interacciones celulares: La comunicación entre las células madre y su entorno inmediato.
• Desarrollo de patologías: El impacto de mutaciones genéticas o factores externos en la aparición de trastornos sanguíneos.
Impacto en la investigación oncológica y hematológica
Este modelo funcional tiene un efecto directo en el estudio de la leucemia y otras enfermedades mieloides.
1. Estudio de la leucemia: Por primera vez, es posible cultivar células cancerosas en un microambiente de médula ósea que responde de manera similar al tejido humano. Esto permite observar cómo la leucemia progresa y se relaciona con células sanas, algo difícil de lograr con modelos en 2D convencionales.
2. Evaluación farmacológica: La plataforma se convierte en un entorno ideal para el cribado de fármacos, permitiendo testar eficacia y toxicidad de tratamientos quimioterapéuticos y terapias dirigidas con mayor precisión que en modelos animales, acelerando así la investigación clínica.
3. Trasplantes de células madre: A futuro, esta tecnología podría utilizarse para cultivar o expandir grandes cantidades de células madre hematopoyéticas fuera del organismo, mejorando las opciones para pacientes que requieren trasplantes.
Reducción del uso de modelos animales en investigación
Hasta ahora, la necesidad de modelos animales para simular la complejidad humana ha limitado la biomedicina. La médula ósea sintética representa un avance importante para disminuir e incluso reemplazar el empleo de animales en estudios sobre enfermedades sanguíneas.
El uso de células completamente humanas hace que los resultados obtenidos sean más trasladables a la clínica, eliminando las diferencias biológicas entre especies.
Este desarrollo se posiciona como una pieza clave en la ingeniería tisular y la medicina regenerativa, proyectando un futuro en el que la investigación se realice en sistemas in vitro complejos y precisos que emulan los tejidos humanos.
