El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazó este lunes a Olivenza (Badajoz) junto a su esposa, Begoña Gómez, para participar en el funeral de Guillermo Fernández Vara, expresidente de la Junta de Extremadura. Le acompañaron cinco ministros y las principales autoridades estatales, en un acto que contrasta con la discreta participación del Ejecutivo en el sepelio de Javier Lambán, hace poco más de dos meses.
En la Iglesia de la Magdalena estuvieron presentes la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola; la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el presidente del Senado, Pedro Rollán; además de varios miembros del Gobierno: María Jesús Montero (Hacienda y vicepresidenta primera), Félix Bolaños (Presidencia), Carlos Cuerpo (Economía), Luis Planas (Agricultura) e Isabel Rodríguez (Vivienda). También asistió el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López.
Begoña Gómez evitó el protocolo oficial en la entrada principal del templo, accediendo y saliendo por una puerta lateral para no cruzarse con los medios de comunicación. Durante su intervención, el presidente Sánchez resaltó la figura de Fernández Vara como representante de la democracia, el diálogo y el compromiso con su región, dejando un legado lleno de esperanza y reconciliación.
Fernández Vara, que fue mandatario regional durante doce años en dos periodos, habría cumplido 67 años el mismo día del funeral. Su féretro fue llevado por su hijo y personas cercanas, mientras vecinos y autoridades lo despidieron con aplausos prolongados.
Este homenaje difiere con la sobriedad que marcó el funeral de Javier Lambán, otro dirigente histórico del PSOE y expresidente de Aragón fallecido en agosto a la misma edad. En esa ocasión, Sánchez no acudió y la representación gubernamental estuvo limitada a la ministra de Educación, Pilar Alegría, y a la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró.
Ambos políticos, Fernández Vara y Lambán, fueron críticos con la dirección de Pedro Sánchez en ocasiones pasadas. No obstante, el primero suavizó su postura en los últimos años y llegó a ocupar la vicepresidencia segunda del Senado tras dejar la Junta en 2023, mientras que el aragonés mantuvo su desacuerdo hasta su fallecimiento.
En la homilía, el arzobispo de Mérida-Badajoz, José Rodríguez Carballo, describió a Fernández Vara como un político cristiano, cercano y dialogante, sin intención de dañar a sus oponentes, y destacó su fortaleza frente a la enfermedad que terminó con su vida.