En septiembre, la tasa de inflación en España subió hasta el 2,9%, de acuerdo con los datos preliminares publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aumentando dos décimas respecto a agosto. Este incremento se debe principalmente a los costes de la gasolina y, en menor medida, a la electricidad, cuyo descenso fue menos marcado que en el mismo mes del año anterior.
La inflación subyacente, que excluye los precios de los productos energéticos y los alimentos frescos por su alta volatilidad, descendió ligeramente hasta el 2,3%, frente al 2,4% registrado en agosto.
En promedio, la inflación interanual en España durante lo que va de año es del 2,55%, lo que apunta a un cierre de ejercicio en torno al 2,6%. Este porcentaje tiene implicaciones directas en el gasto público, ya que se anticipa que las pensiones se ajusten aproximadamente en esa misma proporción para el próximo año.
En términos mensuales, los precios disminuyeron un 0,4% respecto a agosto, marcando la caída más pronunciada desde septiembre de 2024. De la misma forma, la inflación subyacente se redujo un 0,4% en el mes.
Al observar los indicadores armonizados de la Unión Europea, la inflación general se situó en el 3%, mientras que la subyacente alcanzó el 2,4%. Estos indicadores mostraron un ligero aumento mensual del 0,1%.
Según Funcas, se prevé que la inflación tienda a reducirse en los próximos meses, con estimaciones del 2,8% en octubre, 2,6% en noviembre y 2,5% en diciembre.