El líder de SALF es el único español de los 77 eurodiputados que han logrado arrinconar a la presidenta de la Comisión. Ni VOX ni PP le apoyaron
Alvise Pérez, el polémico agitador convertido en eurodiputado, vuelve a hacer ruido en Bruselas. Esta vez, lo ha hecho impulsando —junto a un eurodiputado rumano de línea dura— una moción de censura contra Ursula von der Leyen que ha logrado, contra todo pronóstico, superar el umbral necesario para ser admitida a trámite.
En un Parlamento Europeo de 720 miembros, apenas 77 han apoyado esta iniciativa que cuestiona frontalmente la legitimidad de la presidenta de la Comisión. Entre ellos, ni un solo eurodiputado de PSOE, PP, VOX, Sumar o cualquier otro grupo español… salvo uno: el propio Pérez, que ha hecho de su voto solitario una bandera propagandística.
Fuentes parlamentarias confirman que el grupo Patriots for Europe, liderado por Viktor Orbán, había solicitado a sus miembros —incluidos los eurodiputados de VOX— no respaldar esta moción, con la intención de presentar otra en Octubre bajo su propia narrativa y liderazgo. VOX acató. Pérez no.

El líder de “Se Acabó la Fiesta” ha aprovechado la grieta para exhibirse como la única voz española capaz de desafiar el consenso europeo, aunque lo haya hecho desde la marginalidad numérica y acompañado de algunos de los perfiles más cuestionados del Parlamento.
“Me da igual estar solo si es por España”, ha declarado Pérez, que ha convertido su escaño en una trinchera desde el primer día, desmarcándose incluso de sus supuestos aliados ideológicos. A pesar de su limitado margen de maniobra legislativa, ha sabido encontrar el foco mediático y colocar su nombre en titulares cada semana.
Que la moción prospere es improbable, pero el gesto ya ha sido capitalizado por Pérez como una “victoria moral” frente al establishment europeo. Una victoria que, una vez más, llega más por cálculo comunicativo que por verdadera capacidad de influencia.

Lo cierto es que Von Der Leyen tendrá que someterse y comparecer por su condena por corrupción en la Justicia Europea. Y que el único voto español que lo ha provocado no ha venido ni del bloque socialista, ni del conservador, ni de la formación de Abascal… sino de una figura incómoda que incomoda a todos por igual.
